lunes, 21 de marzo de 2016

El Grúfalo, de Julia Donaldson

Un ratón pasea por el bosque y para evitar ser devorado por otro animal, inventa la existencia de un grúfalo.


Primero, el ratón se encuentra a un zorro que tiene muchas ganas de comérselo. Y el ratón, muy astuto, le dice que pronto va a llegar un grúfalo. El zorro no sabe quién es y el ratón lo describe de la siguiente manera: tiene colmillos enormes, afiladas garras y unos dientes que rompen y desgarran. Y su plato favorito son las patas de zorro.

Después se encuentra con un búho y sucede lo mismo. Solo que esta vez lo describe con rodillas huesudas, dedos fieros y morenos y en la nariz una verruga que destila veneno. Ah, y que el plato favorito es un búho.


Luego, aparece una serpiente y sucede lo mismo. Pero esta vez el grúfalo tiene ojos naranjas, negra lengua alargada y el lomo tapizado de feas púas moradas. Y le gusta la serpiente en estofado.

El ratón estaba pensando en lo tontos que habían sido esos animales hasta que aparece una bestia de afiladas garras, dientes que rompen y desgarran. Con todas las características que había dicho. ¡Un grúfalo! Y el ratón que se creía tan vivo... Bueno, habrá que ver. Capaz que se las ingenia otra vez.

Las ilustraciones de Alex Scheffler están buenísimas. El texto tiene rima, por eso es importante elegir un libro con una traducción acorde. 

La estructura repetitiva favorece a la comprensión de la historia. Ideal para niños pequeños.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...